Hace tiempo que me di cuenta de la imposibilidad de ser entendido por todos. Curiosamente, cuanto más fiel seas a tu propia forma de sentir y vivir, más incomprensión obtendrás.
Veo casos con mucha frecuencia, en los que se actúa de forma contraria a lo que se siente, solo por miedo a nadar contra corriente, y enfrentarse a las opiniones negativas de los demás.
¿Sirve de algo negarnos ser nosotros mismos? ¿vivir en una mentira nos hace más felices? Por lo que he podido conocer, esta opción no hace feliz a nadie, y es una lástima desperdiciar la vida así.
Me hace gracia cuando clasifican de rara mi forma de pensar, mis prioridades, hasta el tener unos principios y respetarlos, se ve como extraño por el hecho de que la mayoría no lo hace, aunque si fuera como el resto también sería criticado.
Hagamos lo que hagamos, nunca seremos del agrado de todos y, por ello, opto por dejar de buscar referencias externas y buscarlas dentro de mí. Mis sentimientos y emociones van dictándome el camino a seguir, y me han dado la oportunidad de vivir cada momento con plenitud.
Las experiencias vividas van marcándonos, sin duda, pero no pueden cortarnos las alas renunciando a seguir viviendo según nuestros criterios.
Así que, si queremos sentirnos bien de verdad, debemos dejar de mirarnos en espejos ajenos, y centrarnos solo en nuestro propio reflejo, conociéndonos lo mejor posible y haciendo aquello que, de verdad, queremos.